martes, 16 de octubre de 2012

lo más fashion

Cosas que la crisis ha puesto de moda: el 'compro oro' se ve por todas partes, como los hombres-anuncio en las películas de aquellos años en las calles de Manhattan; la compraventa de libros de texto usados (con o sin CD) ya está más que asumida y generalizada; el mercado de coches de segunda, tercera o cuarta mano es casi el único que tiene movimiento; el buzoneo de barrio va viento en popa: desde restaurantes chinos a precios imposibles hasta retoucheries que ponen cremalleras o hacen todo tipo de arreglos de ropa; Cáritas está más de moda que nunca, lo cual no es óbice para que el sector del lujo sea el único que crece y crece (es lo bueno de ser rico o muy rico en tiempos de crisis); la familia, digan lo que digan los obispos, siempre ha estado bien vista en España, aunque nunca como ahora: hoy se mima de un modo fervoroso a los abuelos con jubilación; invitar a los amigos a cenar en casa los fines de semana (o acudir a la suya) tampoco es nada nuevo, pero, últimamente, es que no queda un sábado libre desde aquí hasta el domingo de Pentecostés; con el cine de estreno ocurre que -a ver cómo lo digo- nos hemos hecho mucho más selectivos, más exigentes, y ya no es aquel ir un poco a la aventura, o casi, como en los buenos tiempos frívolos, por el mero gusto de ir al cine; del teatro... mejor ni hablemos; las bibliotecas públicas están muy animadas desde que me saqué el carné de socio, y no mal de fondos bibliográficos, a pesar del presupuesto 0 (cero) asignado recientemente a la adquisición de libros y discos para el actual ejercicio; la evasión de capitales no es que esté de moda, es que va como un tiro: unos trescientos mil millones de euros evadidos en los últimos doce meses, según los cálculos más conservadores; no ponerse malo, ni ir al dentista (por si acaso), ni hacerse pruebas médicas (con lo desagradables que suelen ser) son otras de las ventajas de nuestro más reciente y acreditado up and down; el arte de hacer de la necesidad virtud se está desarrollando a todos los niveles; la tendencia arte povera (en su día Pistoletto, Calzolari, Luciano Fabro y otros), también. Se me acaba el espacio y no he llegado a la mitad de lo más fashion del momento. Resumiendo: dar explicaciones, rendir cuentas, exigirlas, pagar por ellas, devolver lo sustraído o malversado, inhabilitar a quienes tengan bien acreditado no reunir las condiciones mínimas exigibles para determinados puestos..., eso no está nada nada de moda; por el contrario, llamar a las cosas por otro nombre, hablar ante las cámaras como Cantinflas, hacerse el distraído (¡viva Suecia!), ser generoso con el buen ladrón amigo, confiar que el tiempo todo lo cura y con el tiempo (y buenas campañas, y sobrados medios) todo se olvida..., eso está superdemoda, y tiene una aceptación increíble. Increíble.

3 comentarios:

  1. ¡Qué triste es oír verdades dolorosas, vergonzantes, como puños golpeando un estómago!... En este país no tenemos remedio.

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  3. "Dar explicaciones, rendir cuentas, exigirlas, pagar por ellas, devolver lo sustraído o malversado, inhabilitar a quienes tengan bien acreditado no reunir las condiciones mínimas exigibles para determinados puesto..."

    Desde la oración de Sócrates en Fedro, ninguna me había vuelto a conmover tanto... ;)

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