lunes, 15 de octubre de 2012

72 horas y unos minutos

Asturias, bien. Nunca falla. En 72 horas hemos tenido sol y lluvia, nubes y claros, primavera, casi verano, dulce otoño. Días de andar y ver, y sobre todo comer. Chavela Vargas cantaba como nadie aquello de "que me sirvan de una vez p'a todo el año..." Pues algo parecido nos ocurre siempre en Asturias, tierra de dulces lluvias y de cocina suculenta donde la abundancia forma parte del paisaje. Pero entre plato y plato hemos tenido tiempo para mirar y llenarnos la mirada con las tonalidades del verde, las variaciones del gris bajo el orbayo, el esplendor desde lo alto del monte, cerca de Arriondas, sí, pero aún más cerca del cielo, un sábado de gloria. Miradas y momentos de los que no se olvidan. Disfrutamos caminando por el casco viejo de Avilés, desconocido hasta ahora para mí; lo encuentro hermoso sin duda, y de una una elegancia austera y con carácter. A un paso de allí, como quien dice, el Centro Niemeyer. Al primer golpe de vista, descubro que me gusta, aunque no sé bien por qué. Ahora no es que sepa mucho más, pero sí que he fantaseado con la idea de que hay algo de 'indiano' del siglo XXI en toda esa presencia de luz y arquitectura. Ya no es el azul ultramar de las casas traídas de La Habana: es el blanco y la curva que le llegan al puerto por sorpresa desde la mente luminosa de un hombre universal y brasiliano. Allí, como buenos turistas, ponemos cara de asombro y nos hacemos fotos. Leo en el folleto las palabras del propio Oscar Niemeyer: "Una gran plaza abierta a todos los hombres y mujeres del mundo (...) Un lugar para la educación, la cultura y la paz." Sigo leyendo -ahora desde una sala de descanso y lectura del Centro- varios poemas de Cecilia Quílez pertenecientes a su libro Vísteme de largo: "Lo que hay detrás de una mujer / es otra mujer", dice.  Y también me quedo con este verso: "La lluvia te recuerda la belleza de un glaciar". Y con este otro: "No me canso de no saber la respuesta". Cuando levanto la vista, mi hijo Ignacio ha dibujado con tizas de colores una pequeña obra de arte en una pizarra. A la salida nos esperan un paseo por el puerto, una chalana de marisco así de grande y un arroz negro de los que quitan el sentido y conducen a la siesta. Ayer, domingo, llegamos a Madrid a tiempo para hojear el periódico mientras esperábamos que Félix se lanzara desde allá arriba, al borde del espacio, protagonizando el spot en directo más visto de la historia. Emocionante, sin duda. Y con todo ese suspense tan meticulosamente programado... Aquel eslogan ahora adquiere pleno sentido: "Red Bull te da alas". ¿Quién si no?

1 comentario:

  1. Asturias es afortunada receptora de vuestro amor y fidelidad a esta tierra. Me supo mal toda la lluvia que os encontrasteis en esas 72 horas y unos minutos, pero ahora veo que no había motivo para entristecerse por ello. Las personas inteligentes saben adaptarse a las circunstancias, sacar lo positivo de los elementos y valorar los lugares por lo que son y no por lo que podrían ser. Y algunos de ellos incluso tienen el don de vestir todo ello de las más hermosas palabras. Asturias es afortunada...

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