miércoles, 9 de marzo de 2011

el sueño de Tánger

El "Continuará" con el que amenazaba ayer no implica que este tenga que producirse ya mismo. Hoy quiero traer aquí una idea largamente acariciada pero que formulamos el sábado pasado -entre las 13.30 y las 14.35 h.- mi cuate Máximo Higuera y yo, en la barra de un bar donde somos recibidos con salvas de ordenanza. Le hablaba del tráiler de una película en el que intervine como copy (todavía no en crisis), hace más de 20 años. Título: El sueño de Tánger. Director: Ricardo Franco (Los restos del naufragio, La buena estrella, Después de tantos años, Lágrimas negras...) Productora: Ofelia Films. Por diversos motivos esta peli no quedó como podía haber quedado, digámoslo así. Pero lo cierto es que en la agencia (Delvico Bates) nos encontramos con un material golosísimo para hacer un tráiler del copón. Y lo hicimos. La presencia de Fabio Testi, unida a la fotografía de Javier Aguirresarobe, daban un juego extraordinario. La voz en off de Abilio Hernández sonaba a obra maestra casi absoluta: "Allí donde habitan la destrucción y el amor, donde la desesperación y la belleza son la misma cosa... Allí se hace realidad... El sueño de Tánger." Y en ese instante pegaba un subidón la música que te dejaba muerto. Tras una pausa de silencio valorativo, Máximo va y me dice: "pero si todo el mundo sabe que después de esos trailers tan buenos..."; y sentencia: "cuanto mejor es el tráiler, peor la película."  Y así fue como llegamos a la conclusión de que en estos tiempos apresurados, fragmentarios, habría que hacer directamente trailers... sin película detrás, sin nada más (y nada menos) que un micrometraje de apoteosis cinematográfica; incluso distintas versiones, a la medida, en función de la sala, el tipo de público, la sociología... O sea, trailers sin más, donde solo hay lo que se ve, como en los viejos decorados de Almería, de Cinecità, de Hollywood... Algo así ya proponía Borges en relación con la novela (que nunca escribió).

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