viernes, 11 de mayo de 2012

mis queridos blogs

Todo bloguero debería confesar qué otros blogs sigue con mayor o menor (in)fidelidad. Es como una declaración de bienes, un inventario, y también en algún caso una confesión de inclinaciones, vicios, querencias... Pero de esos no voy a hablar aquí: hoy solo toca hablar de los seguimientos virtuosos.  El último al que me he aficionado es ser médico, el blog de Julio Zarco. En él cabe casi todo: desde Maimónides hasta la atención primaria, Tolstoi, la sostenibilidad, el mundo universitario, Los idus de marzo... e tutti quanti. Julio Zarco es médico y humanista, lo cual, aunque debería ser algo tautológico (medico = humanista), no siempre ocurre así. El diario de vacaciones  de Belén SaSa tiene su aquel, y también sentido y sensibilidad. Belén, además de inteligente, tiene una mirada sutil y divertida, y una voz que te invita a permanecer en silencio... para seguir escuchándola. Las palabras del agua, de mi querido Diego Fernández Magdaleno, además de un blog oceánico y polifónico (como él mismo), es una garantía de saberes diversos y buen gusto, y de buen ojo avizor; y de mejor oído, claro. Por cierto, alguien debería escribir sobre la prosa de los músicos. Esperanza Ortega también es amiga mía; su blog Las cosas como son, en la edición digital de El Norte de Castilla, es un gozo para mí, está lleno de sutileza y humor, y nunca le falta ni el atrevimiento ni la ironía, ni menos aún la buena prosa (¡hasta ahí podíamos llegar!) y el llamar a las cosas por su nombre; o sea, las cosas como son. Otro recién llegado a mi ignorancia es El blog de Alejandro López Andrada. Su último libro (novela en este caso) lo cité aquí no hace mucho: Los ojos de de Natalie Wood. No lo puedo ocultar: estoy deseando conocer a Alejandro, y es posible que lo consiga, a través de un amigo común (alguien tan poco 'común', por cierto, como es mi cuate y mi frate Máximo Higuera, editor de Trifaldi, entre otras cosas imprescindibles). Hay más blogs en mi vida, algunos más, pero hoy lo dejo aquí. Todavía no he elegido la corbata que me pondré esta tarde para la graduación de mi hijo. La elección no es fácil. Sobre todo porque elegir es limitarse.

1 comentario:

  1. Gracias Luis, es un placer saberse "leída" por alguien a quién admiras y con quien te embelesas, te ríes, aprendes.... (si sigo va a parecer un peloteo total). Besos.

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