martes, 6 de marzo de 2012

lo demás no importa

La oigo todas las mañanas y a pesar de lo vieja que es no puedo evitar una sonrisa; me sigue haciendo gracia. Es una cuña de radio que a primera vista parece de una compañía de seguros: un coche golpea ruidosamente a otro en plena calle. El conductor del vehículo golpeado se lo toma con buen humor y trata de tranquilizar a la conductora que le ha embestido: "No pasa nada", viene a decir él. Y ella: "¡Pero si te lo he destrozado!", responde, horrorizada ante el estropicio. Pero él es un hombre feliz (ahora veremos por qué) y, muy ufano, dice eso de: "¡Se puede arreglar!" A continuación entra una voz institucional que aclara las cosas: "Si tu vida sexual funciona, lo demás no importa". Y nos enteramos de que la disfunción eréctil o la eyaculación precoz "se puede arreglar." Y en Boston Medical Group llevan años arreglándolo. Así las cosas, BMG tiene para mí un algo como de taller de reparación: mecánica, chapa y pintura. O sea, cuando ya le has dado la vuelta no sé las veces al cuentakilómetros de tu motor; cuando le has sometido a demasiadas pruebas de esfuerzo y tensión; cuando, además, le has racaneado lubricante (con lo importante que es el lubricante) durante viajes y viajes; cuando, para colmo, el tuyo es un modelo años 50 que ya empieza a cotizarse en todos los catálogos vintage... Porque ésa es otra: dadas las circunstancias y el exceso de kilometraje, la mecánica interna de tu máquina es un prodigio de la ingeniería: estamos hablando de un Chevrolet del 55 en La Habana, sin repuestos, con más pasado que futuro, sí, pero con un glamour de Riviera y Coral Gables que brilla con luz propia, como las bicicletas cromadas de tus veraneos adolescentes. La memoria es el refugio de la libertad. BMG son las siglas a las que uno debe acudir ante las primeras muestras de alarma de la biomecánica. Porque es verdad que todo se puede arreglar... si tu vida sexual funciona. Y para ello es conveniente pasar la revisión una vez al año, no dejar que se oxiden los cilindros, llevar una alimentación equilibrada, fantasear con éxito, comprobar las emisiones de CO2. De todos modos, si cualquier día de estos una mujer atractiva, o un hombre animoso, te dice que no todo está perdido, que se puede arreglar... piensa que la vida puede ser bella, y que la disfunción eréctil no es más que una melancolía del pasado que se corrige en apenas 30 minutos, tras medio vaso de agua y una pastillita azul. Bueno, eso dicen. No lo sé. A lo mejor, en lugar de 30 minutos son 90. Y tres vasos de agua. Después de todo, ¿qué más da? Lo que cuenta es la alegría que produce; lo demás no importa.

2 comentarios:

  1. A mi también me gustaba el de "Cariño me han despedido"

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  2. Buenissimo, me meo de la risa cada vez que lo oigo en la radio. El tío parece un pervertido, en plan "No te preocupes, follamos y así lo arreglamos". "No importa que tengas marido, por que yo fui a Boston Medical Group y ahora le tengo más tiesa que una barra de hierro". XDD

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