martes, 3 de abril de 2012

laboratorio de sueños

Yo rara vez recuerdo al despertar lo soñado durante la noche. Hoy sí. Y además ha sido un sueño muy muy agradable. Hacía mucho tiempo que no tenía ese tipo de sueños, regalo de los dioses. Creo haber contado ya aquí una vieja idea, quizá no tan lejana o improbable como pueda parecer a primera vista: pastillas para soñar. O mejor dicho, pastillas con un sueño dentro: cada comprimido con su sueño específico. Por ejemplo, pastilla verde: paisajes paradisíacos; pastilla azul: éxitos profesionales; pastilla roja: conduces un Ferrari por la costa monegasca; pastilla rosa: una noche con... a elegir: Angelina Jolie, Rihanna, Irina Shayk, Adriana Lima, Anita Blond, etc. Y otro tanto con los hombres, claro está. El precio por pastilla variaría en función de la exigencia y la complejidad del sueño incorporado. Puesto que es una idea que tengo muy desarrollada (duermo mal), además del prêt à porter, también se podría adquirir pastillas exclusivas de autodiseño: tú escribes al laboratorio especificando con todo detalle qué sueño deseas y cómo lo quieres. Aunque, claro, el coste de producción resultaría elevado y no al alcance de cualquiera. La exclusividad se paga. Pero, en fin, una vez al año... Y como regalo-sorpresa a tu pareja también resultaría de gran aceptación. Aunque en la originalidad y en el acierto del sueño personalizado trataríamos todos de superarnos cada año. Lo cual pondría a prueba no sólo nuestro talento creativo y la sensibilidad de cada uno: también el tiempo dedicado a diseñar el sueño encargado  para ella o él. Como siempre pasa, surgiría un mercado negro. Negro porque los poderosos, los hombres muy ocupados, encargarían a un 'negro' que pensara por ellos y les escribiera el sueño a regalar a su esposa el próximo aniversario de boda. Pero, bien mirado, los copys publicitarios quizá encontraríamos ahí una salida nada despreciable a la crisis del sector (como freerelancers, por supuesto; aquí ya no se hace fijo ni a Dios). Puede parecer un poco de nada, pero si un miembro del consejo de administración de Endesa o de Red Eléctrica te encarga un par de sueños para su esposa... pues te indulta el mes. O te paga las vacaciones. No es por presumir, pero estoy convencido de que yo ahí -tan solo con la comunicación 'boca a boca'- pronto me haría con una cartera de clientes (satisfechos) muy interesante. Y además gozaría de una información privilegiada acerca de los sueños de sus esposas. O maridos. O amantes. Fantasías, tríos, locuras de las que no hay que rendir cuentas a nadie... Ufffffff. Sólo con imaginarlo, da vértigo.

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