viernes, 13 de enero de 2012

downton abbey

Estoy entregado a la causa de Downton Abbey, la serie que emite Antena 3 en su 2ª temporada. Aunque soy algo perezoso para seguir las series televisivas -excepción hecha, claro está, de Modern family-, esta lo reúne todo para tenernos (a my lady le ocurre lo mismo) cada noche de miércoles pendientes de cuanto suceda en el fascinante mundo de los Grantham, una aristocrática familia inglesa, muy inglesa, en la época de la Gran Guerra del 14. Todo en Downton Abbey es admirable, empezando por el palacio donde transcurre la mayor parte de la acción y continuando por cada uno de los actores y actrices del reparto, con una Maggie Smith insuperable en el papel de Lady Violet, y un mayordomo, el señor Carson, que nada tiene que envidiar a Anthony Hopkins en Lo que queda del día. Los diálogos, los hilos de la trama, las interrelaciones personales que van profundizándose con cada episodio, la fotografía, los elegantísimos encuadres, el vestuario, la música, el ritmo con que se suceden las secuencias... todo es magnífico. Hay cosas en ella que recuerdan a otras series británicas como Arriba y abajo, o como  Retorno a Brideshead, grandes entre las grandes. Por las razones que sean (presupuesto, tradición, escuela, savoir faire...), los ingleses son imbatibles haciendo series 'de época'. Sin embargo, en España, las series históricas rara vez alcanzan la credibilidad y factura de producción deseables. La propia Antena 3 ha estrenado esta semana el primer capítulo de Toledo, ambientada en la corte de Alfonso X el Sabio, s. XIII. Bueno, pues, a pesar del visible esfuerzo en la reconstrucción histórica (y de mi disposición favorable) no pude evitar una cierta sensación de cartón piedra y guardarropía. En fin, otra vez será. Afortunadamente, nos queda Downton Abbey. Y más ahora, que Matthew, el heredero de Lord Grantham, ha recuperado por sorpresa la movilidad de las piernas ¡y la virilidad! perdidas en las trincheras de la Gran Guerra. Él es un caballero y está resuelto a casarse con la abnegada Lavinia, pero la bella e inteligente Mary sigue secretamente enamorada  de él y... todo puede suceder. Más aun cuando la abuela, Lady Violet, está moviendo los hilos sutilmente desde el refinamiento de su aristocrática sabiduría. Veremos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario