viernes, 18 de noviembre de 2011

quién es quién

Leo el final del post de ayer y no sé qué "cosas tan románticas" eran esas a las que me refería en la última línea. ¿Será que ayer yo era otro, el otro, un falso yo que me estaba suplantando ante la pantalla del ordenador? De lo contrario me acordaría perfectamente de esas cosas tan bonitas, supongo, que por desgracia se iban a quedar fuera del post de mañana, o sea, de este de hoy viernes. ¿O es al revés? Quizá soy yo el suplantador y por eso no recuerdo lo que el original, el de ayer y el de anteayer, etc, pensaba que era una lástima que esas cosas románticas fueran a quedarse sin aparecer en este diario. He ido al cuarto de baño y he pasado un par de minutos mirándome fijamente al espejo, como desafiándome a mí mismo, o mejor dicho, al que probablemente hoy se ha apoderado de mí y me está suplantando. Al principio no he notado nada; después... como que el posible suplantador (su alma quiero decir, claro está) se ha puesto un poco nervioso, un poco tenso, quizá intimidado por la persistente mirada. ¿Puede uno intimidarse a sí mismo? En cualquier caso, surge el problema de quién de los dos, el que escribía aquí ayer o el que ecribe hoy, es el auténtico. O quién el falso, que lo mismo me da que me da lo mismo. Porque aquí alguien está tratando de engañar a alguien, querido/a lector/a. Y voy más allá: ¿quién te asegura a ti que este diario lo escribe un solo individuo y no dos, tres, varios autores que utilizan el mismo nombre o pseudónimo, imitan un mismo estilo (aunque ahí habría mucho que decir), simulan ser ese personaje inventado que se hace pasar por "un copy en crisis"? Aquí sí que valdría la expresión 'usted no sabe con quién está hablando'; en este caso sería más adecuado decir 'usted no sabe a quién está leyendo.' Pero lo que el espejo no es capaz de detectar, mi mujer sí. Esta noche saldremos de dudas. Si estoy siendo suplantado, ella lo va a percibir muy pronto. Tiene una sensibilidad especial para eso. Claro que si detecta que soy otro y calla..., la cosa es grave ¿O no?  Sin duda sería grave, aunque he de admitir que muy excitante. Veremos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario