viernes, 8 de abril de 2011

callejeros, viajeros

Hablaba ayer aquí de las fotos que no fueron, y de lo que se perdió por ese no haber sido. Hoy viernes quiero darle la vuelta al asunto y ver el hemisferio opuesto, la otra cara de esa realidad. ¿Cuántos instantes de nuestra vida han quedado recogidos sin nosotros saberlo por cámaras de turistas japoneses, jubilados americanos, gente de paso que dispara a todo lo que se mueve... en Gran Vía, Cibeles, Paseo del Prado, El Retiro? Y ocurrió que, mira por dónde, en ese preciso momento pasábamos por allí, por el reducido territorio de la foto, y quedamos atrapados en ella, al fondo, en una esquina, acaso desenfocados, pero ahí estamos. Esas fotos viajan a lejanas ciudades, a otros continentes. Quizá una de ellas esté siendo vista y comentada ahora en una reunión familiar en Kioto, y quizá alguien se fije y pregunte por el tipo ese tan raro que aparece detrás de los protagonistas. Sin sospecharlo siquiera nos hemos colado en muchas fiestas, y es posible que en algún infierno de pareja a punto de romperse... o de salvarse, en un intento a la desesperada de reconciliación, retipiendo 20 años después el mismo viaje a Europa (esto último suena como a relato de Kazuo Ishiguro ¿no?) Me pregunto qué insospechados viajes habremos hecho a bordo de una cámara de fotos aún sin revelar o ser descargadas en el ordenador. El maestro Santos Discépolo respondía a la célebre frase porteña -"Gardel suena cada día mejor"- con una explicación irrebatible: "Bueeeeno, es que... los discos de Gardel ensayan por la noche." Pienso que si  las fotos hicieran lo mismo cuando nadie las ve, estaríamos viviendo increíbles vidas paralelas en varios continentes, idiomas, monedas, usos horarios. ¡La de cosas que haríamos con nuestros vecinos y vecinas de fotografía, ahora con residencia estable en Bahía, o en Bahamas, o en Gotemburgo! Hace tiempo leí una frase, atribuida, creo, al escritor holandés Cees Nooteboom, que se me quedó en la memoria: "un álbum de fotos es una novela a la que se le han arrancado muchas páginas." Pues bien, si le damos la vuelta a esa conclusión, ¿qué sería entonces una novela? Buen viaje. Buen finde.

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