lunes, 24 de octubre de 2011

lo que hay que ver

Largas colas para entrar en el Museo Romántico. Largas colas para el Museo Cerralbo. Para el de las Artes Decorativas. Para el Prado. Para el Reina... Las mañanas de domingo en Madrid hay que ponerse a la cola. Ayer la del Caixa Fórum era constante pero la entrada se producía a buen ritmo para ver la que probablemente vaya a ser la exposición del año: Delacroix. Una magna exposición: exuberante, poderosa, vitalista... en la que incluso la muerte está muy viva. Lo tiene todo: mujeres y caballos, bestias y ruinas, placeres y batallas, Hamlet y Horacio, moros y cristianos, movimiento y color, agitación y reposo... y todo ello en grado sumo. Una fiesta para la mirada. No se puede pedir más. Quizá sea demasiado para disfrutarlo de una sola vez. Hay que volver, pero un día entre semana, a ser posible. Punto y aparte. ¿Qué es lo que mira de ese modo esta mujer? Probablemente nada. Probablemente sea la mirada pura, sin objeto, la mirada que se concentra en algo que no existe (aún) allí delante. Quizá sea la mirada que imagina, pero que lo hace con tanta fijeza y determinación que acaba viendo no lo que no hay, sino lo que hay que ver... aunque no esté allí. Desde que ayer vi esa foto de Kate Winslet en la portada de El País Semanal (en realidad la vengo viendo desde hace días, en distintos anuncios que la anticipaban) no puedo dejar de mirarla a cada rato. En su conjunto, resulta una foto extraña, o al menos infrecuente: Kate aparece sentada pero con una inclinación del cuerpo hacia delante que, unido ello a la expresión del rostro, le confiere un no sé qué de felino, de leoparda rubia y a la vez de esfinge. La posición de brazos, manos, rodillas y piernas daría por sí sola para un post. Como mínimo. Hay toda una historia latente o sugerida en esa imagen. Curiosamente, ella no es, o al menos nunca me ha parecido, una mujer particularmente guapa; sin embargo, puede llegar a ser o resultar bellísima. Las fotos aparecidas ayer en El País Semanal (las firma Tom Munro, al igual que otras publicadas en Harper's Bazaar) así lo demuestran; algunas escenas de sexo en la película El lector, también. Habrá que estar atentos a Kate Winslet en Un dios salvaje, de Polanski. Y por supuesto, a su imagen para L'Oreal.

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