martes, 8 de febrero de 2011

lost in traslation

He cambiado de móvil recientemente. Y no solo de modelo, también de marca, pasando del más simple de los Nokia a un táctil GT-S5620 de Samsung. Y este salto, para alguien como yo, es algo semejante a cambiar de pronto de ciudad, de idioma, de continente. Como dejar la tranquila Finlandia para instalarse en la abigarrada Corea del Sur. Consecuencia: me pierdo todos los días varias veces por sus intrincados recovecos, y ello pese a que trato de no aventurarme por los distritos más alejados del centro de Samsung City. Aquí se conduce de otra manera y las señales de tráfico son diferentes. Pero yo soy optimista y confío en que en unos pocos años acabaré familiarizándome con su mecánica casi cuántica. Eso sí, tiene un detalle de buena educación: cuando lo conecto (generalmente por la mañana), en la pantalla aparece la pregunta: "¿Cómo se encuentra hoy?"  Sin embargo no da opción a responder "bien, pero con sueño", "encantado de la vida", "con una contractura en el trapecio", etc. Y es una lástima, la verdad, porque sería muy estimulante interactuar con él manteniendo un diálogo en este sentido. Además, esa pregunta-saludo está enunciada de un modo que recuerda a la enfermera cuando entra en la habitación a primera hora y saluda al paciente: "¿Qué, cómo se encuentra hoy? ¿Mejor? Bueeeno. Vamos a cambiar la sonda, ¿vale?"  En fin, de todos modos se agradece el gesto de buena voluntad. Es un detalle. Aunque a veces tiene uno el día atravesado y le responde de mala manera: "¿que cómo estoy? ¡No tan bien como tú, hijoputa!" Pero esas veces son las menos. Las demás suelen ser mucho peores.

2 comentarios:

  1. Pero ¿confías en que Samsung City GT-S5620 dure unos años, aunque sean pocos?
    Ángela

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  2. A ti por lo menos de ta da los buenos días y te pregunta cómo estás, a mi me despierta a las 4:30 de la madrugada de la siesta sin saber por qué yo le dije que a las 16.30, me saca de la ducha con un mensaje publicitario, pasillo mojado,resbalón y cabreito matutino. Hay más, llamada de un trabajo y estoy en el ascensor, el HI DE PUTA no tiene cobertura, llamada de una amiga esperada desde hace tiempo que ese día se decide a llamar y el HI DE PUTA se queda sin batería sin ninguna razón. Llego a casa sin contacto labora y sin amiga, le doy candela a la red eléctrica, no me despieta de la siesta, llego tarde al colegio, la niña enfadada, olvido al HI DE PUTA en su amoroso y calentito enchufe y pierdo otra llamada de un esperado trabajo, así hasta que llega la noche y me entero de todo el desaguisado que ha ocurrido hoy a través de los jod. mensajes. Como verás puedes darte con un canto en los piños cuando te de los buenos días y pregunte cómo estás. Yo odio mi móvil, tu seguro que mañana le vas a perdonar su repetitivo saludo. Besotes. cuidale mucho y mimale porque mira en lo que se convierten, en tu peor enemigo.

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