jueves, 20 de enero de 2011

las marcas hablan

El lunes pasado citaba aquí algunas marcas que forman parte del paisaje de mi casa. Pero las marcas no son inocentes ni neutrales. Las marcas hablan mucho de sus frecuentadores. Lllevándolo al extremo, podríamos proclamar aquello de dime qué marcas de ropa usas, qué coche conduces, qué perfume te pones, qué vino compras, qué reloj llevas, qué modelo de teléfono móvil... y te diré (más o menos) quién eres. O mejor, quién quieres ser. Lo cierto es que, a sabiendas o no, vamos por ahí emitiendo un montón de signos, de mensajes, de "ideología" en el más amplio sentido. Y como yo tengo la sospecha de que el hábito sí acaba haciendo al monje, estoy casi convencido de que, por ejemplo, por muy pro saharahui que seas, si te pasas una temporada a base de Tommy Hilfiger, Ralph Laurent, Gant, Fred Perry, La Martina... acabas siendo un supermegapijo de molde que juega al golf los sábados en La Moraleja y al squash los lunes en el Reebok Sports Club (ABC de Serrano). Por favor, las copasss de los juevesss en Buda del Mar y en 69 Pétalos. De modo que hay que saber muy bien quién se quiere ser, y, sobre todo, quién no se quiere ser en ningún caso. Porque te descuidas un  poco una temporadita y, cuando quieres darte cuenta, resulta que te has convertido a la vista del público en tu peor enemigo. Y todo por no prestar suficiente atención a las marcas. Y a lo que estas dicen. Cuidadín. 

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