viernes, 28 de enero de 2011

estamos descansando

Hoy, último viernes de enero, como ya es tradición, hacemos fiesta en el sector de la Publicidad. Es nuestro Santo Tomás de Aquino, nuestro San Raimundo de Peñafort, nuestro pequeño 4 de julio. Un día como otro cualquiera, sí, pero es nuestro día. Yo siempre he dicho que lo propio sería celebrar la fiesta de la Publicidad el Día de la Anunciación. O sea, el 25 de marzo, aunque es una festividad tan difícil de precisar que la Iglesia no se pone de acuerdo consigo misma y, de concilio en concilio, ha estado llevándola de acá para allá en el calendario. Pero lo cierto es que, según sabemos, "El Ángel del Señor Anunció a María". Y nadie puede negar que éste es uno de los pasajes más elegantes, poéticos y delicados de las Sagradas Escrituras. Demasiado, quizá, para una tropa tan apresurada como la nuestra. Por tanto, bien está que hagamos fiesta un día sin dueño, un viernes de lluvia, una mañana en la que nadie espera que se le aparezca el Ángel. Así las cosas: perdonen las molestias, estamos descansando.

1 comentario:

  1. También celebramos los profesores el Día de Santo Tomás. Así se hizo siempre, hasta que decidieron combinarlo con San José de Calasan, que fue un catequista mucho menos estudioso. Yo no sé qué tendrá que ver Santo Tomás con la publicidad y me gusta mucho más tu idea del día de la Anunciación. La facilidad con la que el ángel convenció a María: "Hágase en mí según tu palabra",me imagino que será el sueño de todo publicista. Fíjate que lo hizo en la hora de más audiencia: a las doce en punto, cuando los rayos del sol están perpendiculares a la tierra. Hay un poema de Guillén-las doce en el reloj- que explica la clave de su éxito.

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