miércoles, 21 de diciembre de 2011

¡suerte!

Hoy es 21, por tanto estamos en vísperas: vísperas del gozo o vísperas de... una salud envidiable. De modo que, salgan las cosas como salgan, estamos y estaremos encantados. Yo, como soy agnóstico en materia de loterías -mero cálculo de probalidades-, no me entrego a ese ejercico especulativo de 'si me tocaran trescientos mil euros..., doscientos mil..., cien mil... ¿qué haría?' De mí no sale, ya digo, pero no me importa dejarme contagiar por los cálculos, las prioridades y las fantasías que mi mujer -tan precavida, tan de no dejar nada a la improvisación- acostumbra a elaborar con tiempo suficiente, no vaya a ser que pillemos un dineral y no sepamos qué hacer con él. Yo le digo que no se preocupe, que otra cosa no tendrá uno pero en ese terreno (de gastar y de gastar) voy sobrado, y además con una alegría... Ella no, ella es más hormiga, más ahorradora, por si acaso; yo, en cambio, cigarrona total. Anoche ella dudaba cuál de los tres destinos que tenemos in mente desde hace tiempo sería el elegido (tras el golpe de suerte en la lotería, se entiende). Yo, ni lo dudé: los tres en uno; un tour. Y ni que decir tiene que nada de hotelitos discretos ni restaurantes económicos ni low cost ni leches. ¡A lo grande! Pero, eso sí, con estilo. Horteradas de nuevo rico -tipo Las Vegas, tipo resort en Punta Cana-, ni una. Y por ahí no paso; lo siento mucho pero no. Uno tiene sus principios (estéticos, más que nada), y a estas alturas no va a renunciar a ellos por un millón de euros de más o de menos que... no va a ninguna parte. A mí no me tiembla el pulso por firmar la factura de ocho días en una suite (bar incluido) del Danieli, ni tampoco por abrasar la Visa en Tiffany & Co, una mañana muy loca de mucho amor. Y es que yo, pese a mi proverbial austeridad castellana, tengo por ahí un fondo de armario (o de almario) relacionado con La Riviera y los Bugatti, con los príncipes de San Petersburgo en el exilio (dorado) y los poetas malditos de la rive gauche divine. Ahora me siento hasta cierto punto compañero de viaje de los indignados -Madrid, 15 M; New York, 15 O-, que es lo más esperanzador que haya surgido en mucho tiempo. O eso quiero creer. Hasta mañana.

1 comentario:

  1. Si señor, este es mi amigo Luis, estoy contigo en todo, pero una sola cosa, será el próximo año, este no hemos tenido suerte (en la lotería claro). Besos
    C.R.

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