viernes, 1 de julio de 2011

un tiempo dulce

Un amigo muy amigo, que me conoce casi mejor que yo, me dice que este blog, para poder alimentarlo cada día, me exige salir, entrar, mirar, observar, anotar, relacionar unas cosas con otras... Y lo compara con la planta carnívora de una vieja película de Roger Corman, La tienda de los horrores (1960), donde el dependiente de una floristería se ve obligado a alimentar a esa planta. Primero lo hace con la sangre de su propios dedos; después no le queda otra que salir a la calle como los antiguos cazadores y matar para ella. Así pues, este blog es una especie de vampiro (¡me encantan las historias de vampiros y de vampiresas!) que cada día me exige más y más, y así hasta la extenuación, hasta dejarme literalmente exangüe. De modo que este diario haría las veces del conde Drácula. Y en ese caso, claro está, yo sería... Lucy. Ay de mí. No lo puedo negar: es cierto que al principio, las primeras dentelladas dan un poco de repelús, pero luego descubres que tiene razón Saturn y que, en efecto, la avaricia te vicia. Como medida de precaución, voy a tratar de espaciar un poco los posts de este blog, sin la obligatoriedad de publicar los cinco semanales, de lunes a viernes. Creo que uno cada dos o tres días está bien para el mes de julio. En agosto cerraremos el establecimiento, más que nada por dar descanso a los lectores y administrarme una completa transfusión de sangre fresca para regresar el 1 de septiembre a Transilvania con los colmillos afilados, el cuello despejado (a lo Winona Ryder en el Drácula de Coppola) y la yugular más tentadora que nunca. Pero no adelantemos mordeduras y acontecimientos. Por ahora solo pretendo relajar la tensión diaria y suavizar la disciplina. Durante este mes que empieza ¡tengo tanto que vaguear!, navegar los silencios de la casa, escribir sin demasiado esfuerzo algún poema breve, escuchar viejos vinilos (pero tampoco demasiados), hacer no más de dos llamadas a la caída de la tarde, leer esas páginas que nunca fallan, perder dulcemente el tiempo...

1 comentario:

  1. ¿Pero qué es esta sensación de pérdida?

    El solo anuncio de este tiempo de recuperación hace que ya lo eche en falta. ¿Se trata de una estrategia para que esperemos con zozobra tu regreso en septiembre?

    Al menos la desconexión será gradual, cual tratamiento de desintoxicación.

    Esta lectoadicta te desea que disfrutes de este mes de julio en el que acumules experiencias con las que deleitarnos.

    Belén

    ResponderEliminar